lunes, 13 de febrero de 2012

Abriendo los ojos o cómo el Sr. Schumpeter lo cambia todo.

Rectifico.

Leyendo a Luis me he dado cuenta de que la reforma no es buena pero no por nada sino porque ninguna reforma dentro del sistema constitucional del que disfrutamos podrá serlo jamás.

Yo la analicé desde el punto de vista de la Historia jurídica laboral española desde la Constitución de 1978. Sin embargo, realizar este tipo de análisis sólo permite llegar a conclusiones falaces ya que las herramientas utilizadas para ello están basadas en apriorismos (como el que el empresario siempre está deseando despedir al trabajador, etc.) propios de la época en la que vivimos (al menos en España).

Así, y utilizando un símil físico (o matemático, que creo que en el fondo es casi lo mismo), yo estaba analizando la reforma laboral en dos dimensiones cuando hay un análisis más correcto; el que se hace "montándose" en un avión mientras se "sobrevuela" la reforma. Es decir, el análisis en tres dimensiones.

¿Y qué otro parámetro hay que utilizar? Tras el ancho y el largo, el profundo en este caso no es más que la Microeconomía. ¡¡Infeliz de mí!! ¡Cómo pude no darme cuenta!

El hecho de que la Ley obligue a ir ante un tercero y que éste tercero utilice criterios de racionalidad económica cuando antes no lo hacía (o lo hacía peor) no significa nada. Para la Microeconomía este tercero no debería existir en la relación laboral, sencillamente.

Y es que todo se reduce a una persona; SCHUMPETER. Aquí Luis da una lección magistral de lo que representa la letra griega "landa" en los libros de Macroeconomía de Mankiw (recuerdo que la "landa" era lo que multiplicaba la función de los factores productivos aumentando la Y, esto es, el Producto Interior Bruto de una Economía; en otras palabras, lo que provocaba R-evoluciones tecnológicas en la Economía); la Destrucción Creativa.

¡¡SCHUMPETER!! ¡Schumpeter! Increíble.

Me siento como San Pablo cuando se cayó del caballo.

Él perseguía cristianos y acabó como evangelizador mientras que yo me movía sobre parámetros de una lógica caduca e intervencionista y acabo de redescubrir (porque, obviamente, ya le conocía) al Sr. Schumpeter.

Increíble. Y yo que pensaba que hoy iba a ser un día cualquiera más...

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